El tabaco es malo para la diabetes

Dejar de fumar y la diabetes tipo 2

Todo el mundo sabe que fumar es malo para la salud, pero ¿sabía que puede provocar diabetes de tipo 2? Y si tiene diabetes, fumar puede empeorarla. Descubra cómo están relacionados y por qué dejar de fumar es una de las mejores cosas que puede hacer por su salud.

Controlar la diabetes es un reto, y fumar puede empeorarlo aún más. La nicotina aumenta los niveles de azúcar en sangre y los hace más difíciles de controlar. Las personas con diabetes que fuman suelen necesitar mayores dosis de insulina para mantener la glucemia cerca de los niveles deseados.

La diabetes provoca graves complicaciones de salud, como cardiopatías, insuficiencia renal, ceguera y lesiones nerviosas que pueden llevar a la amputación (extirpación mediante cirugía) de un dedo del pie, un pie o una pierna. Si tiene diabetes y fuma, tiene más probabilidades de sufrir complicaciones -y peores complicaciones- que las personas que tienen diabetes y no fuman.

Las cardiopatías merecen especial atención. Es la principal causa de muerte en Estados Unidos, y tanto el tabaquismo como la diabetes aumentan el riesgo. Con el tiempo, el alto nivel de azúcar en sangre provocado por la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos y los nervios del corazón y sus alrededores. El tabaco también puede dañar los vasos sanguíneos al aumentar la placa (una sustancia grasa y cerosa que se acumula en las paredes de las arterias).

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Tabaquismo y diabetes tipo 1

No es ningún secreto que fumar es perjudicial para la salud. Fumar daña los pulmones y el corazón. Reduce la cantidad de oxígeno que llega a los órganos, aumenta el colesterol malo y eleva la tensión arterial. Todo ello puede aumentar el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus.

Dejar de fumar ayuda al corazón y los pulmones, y reduce el riesgo de dañar los vasos sanguíneos, los ojos, los nervios y otros órganos. Y si deja de fumar, tendrá menos arrugas en la cara, el pelo, el aliento y la ropa olerán mejor y su familia estará menos expuesta al humo de segunda mano.

Dejar de fumar puede revertir la diabetes

Esta hoja informativa examina la relación entre el tabaquismo y la diabetes, incluyendo el tabaquismo como factor de riesgo para la diabetes de tipo 2, cómo el tabaquismo puede provocar múltiples complicaciones de la diabetes y los beneficios de dejar de fumar entre las personas con diabetes.

La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica que provoca un aumento de los niveles de glucosa en sangre.1 La glucosa es un azúcar que el cuerpo produce principalmente a partir de la digestión de los hidratos de carbono y sus niveles están controlados por la hormona insulina. La insulina se fabrica y almacena en el páncreas y ayuda a la glucosa a entrar en las células, donde el cuerpo la utiliza como combustible.1 Puede ocurrir cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o cuando la insulina que produce no funciona correctamente.2

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La diabetes de tipo 1 se desarrolla cuando el organismo no puede producir insulina. Este tipo de diabetes afecta sobre todo a niños y adultos jóvenes, y es el resultado de un ataque del sistema inmunitario a las células que producen insulina en el páncreas. Menos de 1 de cada 10 personas con diabetes es de tipo 1 (8%).1 2 3

¿Por qué fumar y la diabetes son una mala combinación?

Diabetes mellitus (diabetes) es un término genérico que engloba una serie de enfermedades metabólicas que afectan a la capacidad del organismo para controlar los niveles de glucosa en sangre; es una enfermedad caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre como consecuencia de una producción defectuosa de insulina, de la acción de la insulina o de ambas cosas. La hormona insulina se produce en el páncreas y ayuda al organismo a utilizar la glucosa como fuente de energía. Si la producción de insulina o la eficacia de la insulina de un individuo se ve afectada, puede aparecer la diabetes.1

Existen tres tipos principales de diabetes: tipo 1 (a veces denominada "diabetes insulinodependiente"), tipo 2 (a veces denominada "diabetes no insulinodependiente" o "diabetes del adulto") y diabetes gestacional. La diabetes de tipo 1 suele aparecer en la infancia o en la edad adulta temprana (aunque puede aparecer a cualquier edad) y es el resultado de niveles bajos de insulina o de la incapacidad para producirla. Las personas con diabetes de tipo 1 necesitan insulina sustitutiva para sobrevivir.1

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El tipo 2 es la forma más común de diabetes; se da sobre todo en personas de 40 años o más y se caracteriza por una insulina reducida o menos eficaz. La diabetes gestacional, la aparición de diabetes durante el embarazo, se da en una pequeña proporción de mujeres por lo demás no afectadas y suele ser transitoria, aunque las mujeres que desarrollan diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 en etapas posteriores de su vida.

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