Tratamiento para diabetes mellitus tipo 2

Prevenir la diabetes

La diabetes de tipo 2 es una enfermedad en la que los niveles de glucosa en sangre, o azúcar en sangre, son demasiado elevados. La glucosa es su principal fuente de energía. Procede de los alimentos que ingiere. Una hormona llamada insulina ayuda a que la glucosa llegue a las células para darles energía. Si tienes diabetes, tu cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza bien. La glucosa se queda en la sangre y no entra lo suficiente en las células.

La diabetes de tipo 2 suele comenzar con una resistencia a la insulina. Se trata de una situación en la que las células no responden normalmente a la insulina. Por ello, el cuerpo necesita más insulina para ayudar a que la glucosa entre en las células. Al principio, el cuerpo produce más insulina para intentar que las células respondan. Pero con el tiempo, el cuerpo no puede producir suficiente insulina y los niveles de glucosa en sangre aumentan.

Muchas personas con diabetes de tipo 2 no tienen ningún síntoma. Si los tiene, los síntomas se desarrollan lentamente a lo largo de varios años. Pueden ser tan leves que no los note. Los síntomas pueden ser:

Puede tomar medidas para ayudar a prevenir o retrasar la diabetes de tipo 2 perdiendo peso si tiene sobrepeso, comiendo menos calorías y siendo más activo físicamente. Si tiene una enfermedad que aumenta el riesgo de padecer diabetes de tipo 2, el control de esa enfermedad puede reducir el riesgo de padecerla.

Síntomas de la diabetes tipo 2

La diabetes de tipo 2 se produce cuando el organismo no produce suficiente insulina para funcionar correctamente, o las células del cuerpo no reaccionan a la insulina. Esto significa que la glucosa permanece en la sangre y no se utiliza como combustible para obtener energía.

  Efectos secundarios diabetes tipo 2

La diabetes de tipo 2 suele estar asociada a la obesidad y tiende a diagnosticarse en personas mayores. Debido al aumento de la obesidad, la diabetes de tipo 2 se observa ahora en personas jóvenes y de todas las edades. Es mucho más común que la diabetes de tipo 1.

La diabetes de tipo 2 se trata con cambios en la dieta y, en función de la respuesta de los niveles de glucosa en sangre, a veces con comprimidos e insulina. Al principio del curso de la diabetes de tipo 2, la pérdida de peso planificada puede incluso revertir la enfermedad.

La diabetes de tipo 2 se produce cuando el páncreas, una gran glándula situada detrás del estómago, no puede producir suficiente insulina para controlar el nivel de glucosa en sangre, o cuando las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina producida.

Las personas de raza blanca mayores de 40 años tienen un mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Las personas de ascendencia sudasiática, china, afrocaribeña y negra tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 a una edad mucho más temprana.

Tratamiento de la diabetes tipo 2

La diabetes de tipo 2, antes conocida como diabetes de inicio en la edad adulta, es una forma de diabetes mellitus que se caracteriza por un alto nivel de azúcar en la sangre, resistencia a la insulina y una relativa falta de insulina.[6] Los síntomas comunes incluyen un aumento de la sed, micción frecuente y pérdida de peso inexplicable.[3] Los síntomas también pueden incluir un aumento del hambre, sensación de cansancio y llagas que no se curan. [A menudo, los síntomas aparecen lentamente[6]. Las complicaciones a largo plazo de la hiperglucemia incluyen enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, retinopatía diabética que puede provocar ceguera, insuficiencia renal y un flujo sanguíneo deficiente en las extremidades que puede provocar amputaciones[1]. La aparición repentina de un estado hiperglucémico hiperosmolar puede producirse; sin embargo, la cetoacidosis es poco común[4][5].

  Que significa diabetes tipo 2

La diabetes de tipo 2 constituye aproximadamente el 90% de los casos de diabetes, mientras que el 10% restante se debe principalmente a la diabetes de tipo 1 y a la diabetes gestacional[1]. En la diabetes de tipo 1 hay un nivel total de insulina más bajo para controlar la glucosa en sangre, debido a una pérdida autoinmune de las células beta productoras de insulina en el páncreas[12][13] El diagnóstico de la diabetes se realiza mediante análisis de sangre, como la glucosa plasmática en ayunas, la prueba de tolerancia a la glucosa oral o la hemoglobina glicosilada (A1C)[3].

Factores de riesgo de la diabetes tipo 2

La diabetes mellitus afecta a unos 16 millones de personas en Estados Unidos y es responsable de una sexta parte del gasto sanitario.1 El 90% de los pacientes con diabetes tienen diabetes de tipo 2 (antes conocida como diabetes no insulinodependiente) y suelen necesitar agentes orales o insulina para controlar la glucosa. La tasa de mortalidad de los pacientes con diabetes puede ser hasta 11 veces mayor que la de las personas sin la enfermedad.1 La diabetes es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal y amputaciones de pies y piernas en adultos. La atención gestionada y los recursos presupuestarios suponen un reto para los médicos a la hora de proporcionar una atención sanitaria integral a los pacientes con diabetes.

  Como evitar la diabetes tipo 1

En los últimos tres años, la introducción de nuevos agentes orales ha suscitado preguntas sobre el enfoque más rentable para el tratamiento de la diabetes de tipo 2. Dado que los datos farmacoeconómicos relativos a los regímenes antidiabéticos son limitados, los médicos deben seleccionar el agente o los agentes más adecuados en función de las características del paciente, el nivel de control de la glucosa y el coste. Un enfoque racional para el manejo de los pacientes con diferentes estadios de la enfermedad requiere una comprensión de las características que conducen a la progresión de la enfermedad, así como una revisión exhaustiva de los nuevos agentes orales para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la base clínica y económica para la selección adecuada de los fármacos.

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