Origen diabetes tipo 1

Antecedentes de diabetes de tipo 1

La diabetes de tipo 1 (T1D) es una enfermedad autoinmune compleja que afecta a más de 30 millones de personas en todo el mundo. Está causada por una combinación de factores genéticos y no genéticos que conducen a la destrucción de las células secretoras de insulina. Aunque en los últimos tiempos se han realizado avances significativos en el esclarecimiento de la genética de la T1D, el componente no genético ha quedado mal definido. Las modificaciones epigenéticas, como la metilación del ADN, son indispensables para los procesos genómicos, como la regulación transcripcional, y se ven frecuentemente perturbadas en la enfermedad humana. Por lo tanto, se planteó la hipótesis de que la variación epigenética podría subyacer a algunos de los componentes no genéticos de la etiología de la T1D, y se realizó un análisis de la metilación del ADN en todo el genoma de un subconjunto específico de células inmunitarias (monocitos) de gemelos monocigóticos discordantes para la T1D. Esto reveló la presencia de posiciones variables de metilación específicas de la T1D (T1D-MVPs) en los co-twins afectados por la T1D. Dado que estas T1D-MVPs se encontraron en gemelos MZ, no pueden deberse a diferencias genéticas. Experimentos adicionales revelaron que algunos de estos T1D-MVPs se encuentran en individuos antes del diagnóstico de T1D, lo que sugiere que surgen muy pronto en el proceso que lleva a la T1D manifiesta y no se deben simplemente a factores asociados a la enfermedad (por ejemplo, medicación o cambios metabólicos a largo plazo). Por lo tanto, los MVP de la T1D podrían representar un componente importante del riesgo de diabetes de tipo 1 que hasta ahora no se había apreciado.

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Síntomas de la diabetes tipo 1

La diabetes de tipo 1 (T1D), antes conocida como diabetes juvenil, es una enfermedad autoinmune que se origina cuando las células que producen insulina (células beta) son destruidas por el sistema inmunitario[4] La insulina es una hormona necesaria para que las células utilicen el azúcar de la sangre para obtener energía y ayuda a regular los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo[2] Antes del tratamiento, esto da lugar a niveles elevados de azúcar en el cuerpo. [Los síntomas más comunes de este nivel elevado de azúcar en la sangre son la micción frecuente, el aumento de la sed, el aumento del hambre, la pérdida de peso y otras complicaciones graves[4][10] Otros síntomas adicionales pueden ser la visión borrosa, el cansancio y la lentitud en la cicatrización de las heridas[2] Los síntomas suelen desarrollarse en un periodo corto de tiempo, a menudo en cuestión de semanas[1].

Se desconoce la causa de la diabetes de tipo 1,[4] pero se cree que implica una combinación de factores genéticos y ambientales[1]. El mecanismo subyacente implica una destrucción autoinmune de las células beta productoras de insulina en el páncreas[2]. La diabetes se diagnostica analizando el nivel de azúcar o de hemoglobina glicosilada (HbA1C) en la sangre[6][8] La diabetes de tipo 1 puede distinguirse de la de tipo 2 analizando la presencia de autoanticuerpos[6].

Origen de la diabetes tipo 2

ResumenLa diabetes tipo 1 (T1D) es una enfermedad autoinmune común que se caracteriza por una producción insuficiente de insulina. La aparición de la T1D es el resultado de las interacciones entre los genes y el entorno. Los factores sociodemográficos y de comportamiento pueden contribuir a la T1D, y se ha propuesto que la microbiota intestinal sea un factor impulsor de la T1D. En la actualidad no se dispone de una estrategia preventiva integrada para la T1D. Este estudio de casos y controles trató de estimar la exposición vinculada a la T1D para identificar los factores de riesgo significativos para los niños sanos. Se incluyeron en este estudio 40 niños con T1D y 56 controles sanos. Se recogieron datos antropométricos, socioeconómicos, nutricionales, conductuales y clínicos. Se investigaron las bacterias fecales mediante métodos moleculares. Los resultados mostraron, en un modelo multivariable, que los factores de riesgo para la T1D incluyen niveles más altos de Firmicutes (OR 7,30; IC 2,26-23,54) y una mayor ingesta de carbohidratos (OR 1,03; IC 1,01-1,05), mientras que tener una mayor cantidad de Bifidobacterium en el intestino (OR 0,13; IC 0,05 - 0,34) era un factor protector para la T1D. Estos hallazgos pueden facilitar el desarrollo de estrategias preventivas para la T1D, como la realización de cribados genéticos, la caracterización de la microbiota intestinal y el control de los factores nutricionales y sociales.

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Diabetes tipo 2

En nuestra revisión sistemática y metaanálisis de 26 estudios con más de 4.400 participantes, encontramos una asociación significativa entre la infección por enterovirus, la AI y la diabetes de tipo 1; para la diabetes de tipo 1 recién diagnosticada, la OR fue de 12,7 (IC del 95%: 6,4; 25,0) [68]. Hubo una heterogeneidad significativa por región geográfica, pero no se pudo estratificar el análisis por genotipo de enterovirus porque la mayoría de los estudios no proporcionaron esta información.

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El DIPP demostró una asociación temporal entre la aparición de los primeros autoanticuerpos asociados a la diabetes y la infección por enterovirus, basándose tanto en la serología como en la PCR para los genes de enterovirus [69,70,71]. En particular, los anticuerpos neutralizantes contra el coxsackievirus del grupo B (CVB)1 aumentaron el riesgo de AI, que se vio atenuado por la presencia de anticuerpos maternos contra el virus. En cambio, los anticuerpos contra el CVB3 y el CVB6 se asociaron a un menor riesgo de AI, lo que puede deberse a una protección inmunológica cruzada contra el CVB1. Estas asociaciones también estaban presentes en los niños que evolucionaron a la diabetes de tipo 1 [70].

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