Personas sin diabetes niveles de glucosa

Ada niveles normales de glucosa

La hiperglucemia no diabética significa que su nivel de glucosa (azúcar) en sangre es alto aunque no tenga diabetes. La hiperglucemia puede aparecer repentinamente durante una enfermedad o lesión grave. En cambio, la hiperglucemia puede producirse durante un periodo de tiempo más largo y estar causada por una enfermedad crónica.

La hiperglucemia puede aumentar el riesgo de infecciones, impedir la curación y dificultar el control de la enfermedad. Es importante tratar la hiperglucemia para prevenir estos problemas. La hiperglucemia que no se trata puede dañar sus nervios, vasos sanguíneos, tejidos y órganos. Los daños en las arterias pueden aumentar el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. El daño a los nervios también puede provocar otros problemas cardíacos, estomacales y nerviosos.

Su médico le dirá si necesita controlar su nivel de azúcar en sangre. También le dirá con qué frecuencia debe hacerlo. Pregúntele cuál debe ser su nivel de azúcar en sangre. Anote los resultados y muéstreselos a su médico. Su médico puede utilizar los resultados para hacer cambios en su medicación, alimentación y plan de ejercicios.

Glucosa en sangre en ayunas

Un nivel elevado de azúcar en sangre (hiperglucemia) es frecuente en personas con diabetes de tipo 1 o 2, pero también puede darse en personas sin estas enfermedades como consecuencia de una enfermedad grave, una afección médica crónica, un trastorno hormonal o determinados medicamentos. En ese caso, suele denominarse hiperglucemia no diabética.

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La glucosa es un tipo de azúcar producido y almacenado por el hígado que sirve como principal fuente de energía del organismo. Una vez en circulación, entre el 50% y el 80% de la glucosa es utilizada por el cerebro, los riñones y los glóbulos rojos como combustible. El resto se utiliza para alimentar unas unidades energéticas llamadas mitocondrias que se encuentran en la mayoría de las células.

La cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo está regulada por la insulina, una hormona producida por el páncreas. Después de una comida, la insulina interrumpe la liberación de glucosa del hígado para evitar que los niveles sean demasiado elevados.

Cuando cualquiera de estos sistemas se ve afectado -incluidos los distintos órganos que regulan el páncreas-, la glucosa puede liberarse de forma inadecuada y provocar un aumento de la glucemia. También puede ocurrir si las células hepáticas se vuelven menos sensibles a los efectos de la insulina, lo que se conoce como resistencia a la insulina.

Diagnóstico de diabetes

Shamard Charles, MD, MPH es médico de salud pública y periodista. Ha trabajado en importantes cadenas de noticias, como la NBC, informando sobre política sanitaria, iniciativas de salud pública, diversidad en medicina y nuevos avances en investigación sanitaria y tratamientos médicos.

Al igual que la hiperglucemia en la diabetes, los síntomas son difíciles de percibir y pasan fácilmente desapercibidos, por lo que la enfermedad suele quedar sin tratamiento. El intervalo recomendado de glucosa en sangre es de 80 a 130 mg/dL, pero la hiperglucemia se diagnostica cuando los niveles alcanzan más de 180 mg/dL dos horas después de comer, aunque los síntomas pueden sentirse con un nivel de glucosa en sangre entre 160 mg/dL y 180 mg/dL.

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La hiperglucemia no diabética suele aparecer después de que el organismo haya sufrido algún tipo de traumatismo o acontecimiento estresante. Suele resolverse cuando mejora la raíz de la lesión o del acontecimiento estresante, pero no siempre es así.

Si no padece diabetes pero tiene factores de riesgo de padecerla, como obesidad, antecedentes familiares de diabetes o síntomas leves de hipo o hiperglucemia, puede consultar a un especialista en diabetes que le realice las pruebas adecuadas para diagnosticar definitivamente su enfermedad. También puede comprobar sus niveles de azúcar en sangre en casa con un kit de monitorización de glucosa.

Criterios de diagnóstico de la diabetes

He aquí un anuncio que no ha visto, pero que podría llegar pronto: Un hombre hace footing por un camino de tierra que serpentea por un paisaje idílico. Se detiene en un mirador y mira su teléfono móvil. En la pantalla aparece un número que le indica que su nivel de azúcar en sangre es normal. Sonríe y reanuda la marcha.

Varias empresas se están esforzando por hacer realidad este tipo de anuncio, ya que empiezan a comercializar dispositivos implantables de medición de la glucemia para personas sin diabetes. Denominados sistemas de monitorización continua de la glucosa, o CGM, suelen ser utilizados por personas que sí padecen diabetes. Estas empresas podrían obtener enormes beneficios convenciendo a personas sanas para que empiecen a controlar su glucemia. Muchos de nosotros ya controlamos nuestro peso, frecuencia cardiaca o pasos diarios.

  Persona con diabetes

Los MCG utilizan diminutos cables sensores, o filamentos, que atraviesan la piel para evaluar con frecuencia y facilidad los niveles de azúcar en sangre. Los filamentos permanecen en su sitio, normalmente en la parte superior del brazo o el abdomen, protegidos por un parche adhesivo. Los resultados se muestran en un receptor o se transmiten al teléfono del usuario.

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