La diabetes afecta las articulaciones

El mejor suplemento articular para diabéticos

La artritis es una de las enfermedades más comunes que afectan a las personas, y es la principal causa de discapacidad en Estados Unidos. Según Healthline, 29,1 millones de personas padecen diabetes en Estados Unidos.

La insulina, una hormona producida por el páncreas, ayuda a que la glucosa de los alimentos llegue a las células y se utilice como fuente de energía. A veces, el organismo no produce suficiente insulina o no la produce en absoluto. La glucosa permanece en la sangre y no llega a las células.

La diabetes de tipo 1 es una enfermedad crónica en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina. El sistema inmunitario ataca y destruye las células del páncreas que producen insulina. La diabetes de tipo 1 suele diagnosticarse en niños y adultos jóvenes, aunque puede aparecer a cualquier edad. Las personas con diabetes de tipo 1 necesitan administrarse insulina todos los días.

La diabetes de tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta al modo en que el organismo produce glucosa (azúcar en sangre). La diabetes de tipo 2 puede aparecer a cualquier edad. Sin embargo, este tipo de diabetes se da con mayor frecuencia en personas de mediana edad y mayores. La diabetes de tipo 2 es la más frecuente.

¿Puede la diabetes hacer que duelan las articulaciones?

Según la Fundación Americana de la Artritis, las personas con diabetes tienen el doble de probabilidades de desarrollar artritis y dolores articulares debilitantes si no se controla la enfermedad. Otros factores relacionados con la diabetes -como las enfermedades arteriales, la obesidad y la neuropatía diabética- también aumentan las probabilidades de sufrir dolor articular.

¿Qué tipo de diabetes provoca dolor articular?

Artritis reumatoide y diabetes de tipo 1

Tanto la artritis reumatoide (AR) como la diabetes de tipo 1 son trastornos autoinmunitarios, lo que significa que ambos hacen que el sistema inmunitario ataque una parte del cuerpo que por lo demás está sana. En una persona con AR, el sistema inmunitario ataca los tejidos de las articulaciones, provocando hinchazón, dolor y deformidades.

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Diabetes dolores en todo el cuerpo

En este artículo, exploraremos los retos a los que se enfrentan las personas con dolor de rodilla y diabetes tipo 2 no controlada o no gestionada. Si usted es una persona que padece diabetes tipo 2 y dolor de rodilla, uno de los retos a los que puede enfrentarse es su menor capacidad para curar los daños en las articulaciones y evitar la artroplastia de rodilla. Si le recomiendan una prótesis de rodilla, el riesgo de complicaciones en los pacientes con diabetes de tipo 2 es otra gran preocupación.

Un artículo publicado en diciembre de 2022 en la revista Medicine (10) investigó los principales factores que contribuían a las caídas en pacientes con artrosis de rodilla. Los investigadores descubrieron que las personas con osteoartritis de rodilla con menos probabilidades de caerse tenían una buena propiocepción de la rodilla (la función sensorial de los nervios de la rodilla se comunicaba bien con el sistema nervioso central para, en términos más sencillos, evitar los "pasos en falso." También tenían una buena amplitud de movimiento y la flexión y el bloqueo de la rodilla no eran factores determinantes. Sin embargo, los pacientes con peor dolor, función e incapacidad según la puntuación estándar KOOS (Knee Injury and Osteoarthritis Outcome Score), miedo a las caídas, lumbalgia, diabetes mellitus e índice de masa corporal elevado tienden a asociarse con un riesgo moderado de caídas, y la diabetes mellitus y el miedo a las caídas resultaron ser los más fuertemente asociados con el riesgo de caídas.

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Tratamiento del dolor articular en la diabetes

Cuando mucha gente piensa en la diabetes, suele pensar en pinchazos y dietas restringidas. Sin embargo, la diabetes es mucho más que controlar los niveles de azúcar en sangre. Los diabéticos también se enfrentan a un mayor riesgo de padecer problemas articulares y óseos.

La diabetes puede ser una enfermedad dolorosa y debilitante que puede provocar dolores articulares y un sinfín de afecciones musculoesqueléticas. Aunque a veces estas afecciones están causadas por lesiones nerviosas (neuropatía diabética), enfermedades arteriales u obesidad, en muchos casos se desconoce la causa exacta.

La articulación de Charcot, que afecta con mayor frecuencia a los pies, suele iniciarse por un traumatismo en la zona y puede provocar luxaciones, fracturas y, potencialmente, deformidad permanente. La detección precoz es crucial para frenar la progresión de la enfermedad y evitar daños irreparables.

La queiroartropatía, más común entre pacientes con un largo historial de diabetes, puede tener un impacto perjudicial en la calidad de vida del paciente. Afortunadamente, con un tratamiento precoz, la enfermedad puede controlarse a menudo. Además de mantener los niveles de azúcar en sangre, la terapia ocupacional puede ayudar a conservar la movilidad y prevenir daños mayores.

Tratamiento de los dolores corporales de la diabetes

"Sin unas articulaciones que funcionen correctamente, nuestro cuerpo sería incapaz de doblarse, flexionarse o incluso moverse", afirma la doctora Sheri Colberg, autora de The Diabetic Athlete, The 7 Step Diabetes Fitness Plan y otros libros.

El dolor articular suele denominarse "artritis". "Una articulación es donde se juntan dos huesos", escribe Colberg. Los huesos se mantienen en su sitio gracias a los ligamentos, que unen los huesos entre sí, y a los tendones, que unen los huesos a los músculos que los mueven.

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El cartílago articular puede resultar dañado por lesiones o por el desgaste provocado por un uso intenso. "El envejecimiento por sí solo puede provocar cierta pérdida de [la] capa de cartílago en la rodilla, la cadera y otras articulaciones", dice Colberg. "Pero tener diabetes acelera potencialmente el daño de las superficies articulares".

La menor flexibilidad de las articulaciones provoca rigidez, mayor riesgo de lesiones físicas y caídas. Las personas con daños articulares pueden reducir su actividad física debido a las molestias y al miedo a caerse. La reducción de la actividad favorece las enfermedades cardiacas y la resistencia a la insulina.

- El ejercicio aeróbico, como caminar o nadar, suele mejorar la función de caderas y rodillas. Las clases de ejercicios acuáticos son excelentes para la mayoría de las personas con articulaciones doloridas, porque el agua soporta parte del peso. Montar en bicicleta casi no tiene impacto, por lo que puede hacerse cuando duelen las articulaciones.

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