Tratamiento diabetes tipo 2

Síntomas de la diabetes tipo 2

Más de 37 millones de estadounidenses padecen diabetes (aproximadamente 1 de cada 10), y aproximadamente el 90-95% de ellos tienen diabetes de tipo 2. La diabetes de tipo 2 se desarrolla con mayor frecuencia en personas mayores de 45 años, pero cada vez son más los niños, adolescentes y adultos jóvenes que también la padecen.

La insulina es una hormona producida por el páncreas que actúa como una llave para que el azúcar de la sangre entre en las células del cuerpo y se utilice como energía. Si tiene diabetes de tipo 2, las células no responden normalmente a la insulina, lo que se denomina resistencia a la insulina. El páncreas produce más insulina para intentar que las células respondan. Al final, el páncreas no da abasto y el nivel de azúcar en sangre aumenta, sentando las bases de la prediabetes y la diabetes de tipo 2. El nivel elevado de azúcar en sangre es perjudicial para la salud. Un nivel elevado de azúcar en sangre es perjudicial para el organismo y puede causar otros problemas de salud graves, como cardiopatías, pérdida de visión y enfermedades renales.

Los síntomas de la diabetes de tipo 2 suelen desarrollarse a lo largo de varios años y pueden pasar desapercibidos durante mucho tiempo (a veces no hay ningún síntoma perceptible). Dado que los síntomas pueden ser difíciles de detectar, es importante conocer los factores de riesgo y acudir al médico para que analice su glucemia si presenta alguno de ellos.

Diabetes tipo 2 wiki

La diabetes de tipo 2 se desarrolla cuando el organismo no utiliza la insulina de forma eficaz y pierde gradualmente la capacidad de producir suficiente insulina. La insulina es una hormona que controla la cantidad de glucosa en la sangre. La insulina ayuda a que la glucosa producida por la digestión de los hidratos de carbono pase de la sangre a las células del organismo, donde puede utilizarse como fuente de energía.

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En la diabetes de tipo 2, las células del organismo no responden eficazmente a la insulina. Esto se conoce como resistencia a la insulina y provoca que la glucosa permanezca en la sangre, lo que da lugar a un nivel de glucosa en sangre superior al normal (lo que se conoce como hiperglucemia).

En la diabetes de tipo 2, el organismo puede producir suficiente insulina al principio de la enfermedad, pero no responde a ella con eficacia. A medida que la diabetes de tipo 2 progresa, el páncreas pierde gradualmente la capacidad de producir suficiente insulina. La diabetes de tipo 2 está asociada a factores hereditarios y a factores de riesgo relacionados con el estilo de vida, como el sobrepeso o la obesidad, una dieta inadecuada y una actividad física insuficiente.

La prediabetes significa que los niveles de azúcar en sangre son más elevados de lo normal, pero no lo suficiente como para llegar al diagnóstico de diabetes de tipo 2. Sin cambios en el estilo de vida, una persona con prediabetes corre un alto riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.

Qué es la diabetes tipo 2

La diabetes es una enfermedad muy frecuente pero grave. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más de 34 millones de estadounidenses la padecen, y alrededor del 90-95% de ellos tienen diabetes tipo 2. Alrededor de 88 millones de personas padecen prediabetes, precursora de la diabetes de tipo 2.

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La diabetes de tipo 2 no tiene cura. Pero es posible revertir la enfermedad hasta un punto en el que no se necesite medicación para controlarla y el organismo no sufra los efectos nocivos de unos niveles de azúcar en sangre demasiado elevados.

Los cambios positivos en el estilo de vida, como seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y conseguir un peso saludable (y mantenerlo), son la clave para revertir o controlar la diabetes de tipo 2. También pueden ayudar otros cambios en el estilo de vida, como el ejercicio físico. Otros cambios en el estilo de vida también pueden ayudar, como no fumar, dormir lo suficiente, limitar el consumo de alcohol y controlar el estrés. Sin embargo, para algunas personas esto sigue siendo insuficiente y necesitan medicación para controlar la enfermedad.

El cambio que más puede influir en la capacidad de controlar o revertir la diabetes de tipo 2 está relacionado con la dieta. Reduzca la cantidad de azúcar y carbohidratos simples que come y bebe. Coma sobre todo proteínas magras (aves, pescado, lácteos bajos en grasa, soja y legumbres), una variedad de verduras y frutas, cereales integrales (arroz integral, avena, quinoa, cebada) y grasas saludables (frutos secos, aguacates, aceites vegetales). Una forma sencilla de hacer las comidas más sanas es llenar la mitad del plato con verduras o fruta. Después, añade cereales integrales a un cuarto del plato y carne magra al otro cuarto.

Diabetes mellitus de tipo 2

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. ha aprobado hoy la inyección de Mounjaro (tirzepatida) para mejorar el control de la glucemia en adultos con diabetes de tipo 2, como complemento de la dieta y el ejercicio. Mounjaro fue eficaz para mejorar la glucemia y resultó más efectivo que las demás terapias contra la diabetes con las que se comparó en los estudios clínicos.

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La diabetes de tipo 2, la forma más común de diabetes, es una afección crónica y progresiva en la que el organismo no fabrica ni utiliza la insulina con normalidad, lo que provoca niveles elevados de glucosa (azúcar) en la sangre. Más de 30 millones de estadounidenses padecen diabetes de tipo 2. A pesar de la disponibilidad de muchos medicamentos para tratar la diabetes, muchos pacientes no alcanzan los objetivos recomendados de glucemia.

El péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) y el polipéptido insulinotrópico dependiente de la glucosa (GIP) son hormonas que intervienen en el control de la glucemia. Mounjaro es el primer medicamento de su clase que activa los receptores GLP-1 y GIP, lo que mejora el control de la glucemia. Mounjaro se administra mediante inyección subcutánea una vez por semana, ajustando la dosis según se tolere para alcanzar los objetivos de glucemia.

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