Tratado sed de diabetes mellitus

Nivel normal de azúcar a los 40 años

Kahn SE, Haffner SM, Heise MA, et al., para el Grupo de Estudio ADOPT. Glycemic durability of rosiglitazone, metformin, or glyburide monotherapy [la corrección publicada aparece en N Engl J Med. 2007;356(13):1387-1388]. N Engl J Med. 2006;355(23):2427–2443.

Mark: Para los aproximadamente 20 millones de estadounidenses con diabetes de tipo 2, ésta es una cuestión muy importante. Este artículo es una excelente demostración de por qué leer sólo el resumen puede llevar a conclusiones erróneas.

Mark: Este estudio asignó aleatoriamente a 4.360 pacientes a monoterapia con rosiglitazona (Avandia), metformina (Glucophage) o gliburida (Micronase). El criterio de valoración fue una glucemia en ayunas superior a 180 mg por dL. Los autores concluyeron que, a los cinco años, sólo el 15% de los pacientes que tomaban rosiglitazona fracasaban en la monoterapia, frente al 21% de los que tomaban metformina y el 34% de los que tomaban gliburida. Aunque el resumen proclama a bombo y platillo que la rosiglitazona es "la ganadora", ésta es exactamente la conclusión errónea que se extrae de este estudio.

Mark: ¿Cómo llegaron los autores a esa conclusión incorrecta? En primer lugar, la glucemia en ayunas no era el criterio de valoración correcto. Se trata de un marcador indirecto de la enfermedad que no se correlaciona con los resultados clínicos. El uso de tales marcadores sustitutos como puntos finales se conoce como "DOE" o "evidencia orientada a la enfermedad". Lo que nos importa son los resultados de los pacientes, como los acontecimientos cardiovasculares adversos; éstos se conocen como "POEM" o "pruebas orientadas al paciente que importan". La glucemia en ayunas es un marcador sustitutivo que, quizá, depende tanto de la semivida del fármaco y del momento en que se administró como cualquier otra cosa.

  Complicaciones agudas de diabetes mellitus

Tabla de niveles normales de azúcar en sangre

La diabetes, también conocida como diabetes mellitus, es un grupo de enfermedades endocrinas comunes que se caracterizan por niveles elevados de azúcar en sangre de forma sostenida[11][12]. La diabetes está causada por la falta de células beta secretoras de insulina en el páncreas debido a una respuesta autoinmune (diabetes tipo 1), un desequilibrio entre el nivel de azúcar en sangre y la producción de insulina (diabetes tipo 2), y puede verse precipitada por el embarazo (diabetes gestacional)[13]. [Los síntomas de la diabetes pueden variar y, si no se trata, puede tener una serie de complicaciones agudas y crónicas[3]. La diabetes no tratada o mal tratada es responsable de aproximadamente 1,5 millones de muertes al año[11].

No existe una cura ampliamente aceptada para la mayoría de los casos de diabetes. El tratamiento más común para la diabetes tipo 1 es la terapia sustitutiva con insulina (inyecciones de insulina). Para prevenir o tratar la diabetes de tipo 2 pueden utilizarse medicamentos antidiabéticos como la metformina y la semaglutida, así como modificaciones del estilo de vida. La diabetes gestacional normalmente se resuelve poco después del parto.

En 2019, se estimaba que 463 millones de personas tenían diabetes en todo el mundo, lo que representa el 8,8% de la población adulta. La diabetes tipo 2 representa alrededor del 90% de todos los casos de diabetes.[10] La prevalencia de la enfermedad sigue aumentando, de manera más dramática en las naciones de ingresos bajos y medios.[14] Las tasas son similares en mujeres y hombres, y la diabetes es la séptima causa de muerte a nivel mundial.[15][16] Para 2030, se pronostica que el gasto mundial en atención médica relacionada con la diabetes superará el billón de dólares.[17]

  Sintomas y signos de la diabetes mellitus

Qué es la diabetes

La administración de insulina u otros medicamentos para la diabetes suele formar parte del tratamiento de esta enfermedad. Además de elegir alimentos y bebidas saludables, hacer ejercicio físico, dormir lo suficiente y controlar el estrés, los medicamentos pueden ayudarle a controlar la enfermedad. También existen otras opciones de tratamiento.

El medicamento que tome dependerá del tipo de diabetes que padezca y de lo bien que controle sus niveles de glucosa en sangre, también llamados niveles de azúcar en sangre. Otros factores, como otros problemas de salud que pueda tener, el coste de la medicación, la cobertura de su seguro y los copagos, el acceso a la atención sanitaria y su estilo de vida, pueden influir en el tipo de medicamento que tome.

Si tiene diabetes de tipo 1, debe administrarse insulina porque su páncreas no la fabrica. Tendrá que administrarse insulina varias veces al día, incluso cuando coma y beba, para controlar su nivel de glucosa en sangre.

Hay varias formas de administrarse insulina. Puede utilizar una aguja y una jeringa, una pluma de insulina o una bomba de insulina. El páncreas artificial, también llamado sistema automático de administración de insulina, puede ser otra opción para algunas personas.

Tratamiento de la diabetes

En los pacientes diagnosticados de diabetes mellitus (DM), el objetivo terapéutico se centra en prevenir las complicaciones causadas por la hiperglucemia. En Estados Unidos, el 57,9% de los pacientes con diabetes presentan 1 o más complicaciones relacionadas con la diabetes y el 14,3% presentan 3 o más.1 El control estricto de la glucemia dentro de los valores recomendados establecidos es el método principal para reducir el desarrollo y la progresión de muchas complicaciones asociadas a los efectos microvasculares de la diabetes (p. ej., retinopatía, nefropatía y neuropatía). El tratamiento agresivo de la dislipidemia y la hipertensión se centra en disminuir las complicaciones cardiovasculares asociadas a los efectos macrovasculares. Los resultados positivos de un control glucémico adecuado sobre las complicaciones microvasculares y macrovasculares se han establecido en grandes ensayos bien controlados.2-5 Véase el capítulo sobre diabetes: Efectos macro y microvasculares.

  Revista de diabetes mellitus

El uso de la SMBG es un método eficaz para evaluar el control glucémico a corto plazo, ya que proporciona una medición en tiempo real de la glucemia. Ayuda a los pacientes y a los médicos a evaluar los efectos de los alimentos, los medicamentos, el estrés y la actividad sobre los niveles de glucemia y a realizar los ajustes oportunos.

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