Diagnostico de diabetes hemoglobina glicosilada

Glucosa en ayunas hba1c

IntroducciónEl Centro de Control de Enfermedades (CDC) informó de que la prevalencia mundial de la diabetes en su hoja informativa nacional sobre la diabetes era del 11,57% [1]. Según Hare et al. [2], la diabetes mellitus es la mayor amenaza pública del siglo XXI, ya que actualmente 285 millones de personas en todo el mundo padecen diabetes y se espera que se duplique hasta alcanzar los 439 millones en 2030, con 500 millones de personas adicionales en situación de alto riesgo. Se trata de cifras conservadoras, ya que, por un lado, la diabetes mellitus de tipo 2 se está extendiendo entre la generación joven debido a los cambios en su estilo de vida en todo el mundo y, por otro, los nuevos criterios de diagnóstico de la diabetes mellitus mediante la HbA1c hacen hincapié en la especificidad frente a la sensibilidad, tal y como recomienda el Comité Internacional de Expertos [3], lo que puede subestimar la prevalencia de la diabetes [4].

Desde la recomendación del Comité Internacional de Expertos en 2009 de utilizar la prueba de HbA1c para diagnosticar la diabetes [3], la Asociación Americana de Diabetes (ADA), la Sociedad Endocrina [5], la Organización Mundial de la Salud [6] y la mayoría de los científicos de diferentes países de todo el mundo han respaldado el uso de la HbA1c para diagnosticar la diabetes. Las ventajas del uso de la HbA1c sobre la glucosa plasmática en ayunas (FPG) para diagnosticar la diabetes incluyen una mayor comodidad y estabilidad preanalítica, menor CV (3,6%) en comparación con la FPG (5,7%) y la prueba de tolerancia a la glucosa oral (OGTT) de 2 h (16,6%). La mayor correlación con las complicaciones microvasculares, especialmente la retinopatía, un marcador del control glucémico y la glicación de las proteínas es el vínculo directo entre el diagnóstico de la diabetes y sus complicaciones [7]-[12].

  Diagnóstico diferencial diabetes

Prediabetes

La prueba A1C -también conocida como prueba de hemoglobina A1C o HbA1c- es un sencillo análisis de sangre que mide sus niveles medios de azúcar en sangre durante los últimos 3 meses. Es una de las pruebas más utilizadas para diagnosticar la prediabetes y la diabetes, y también es la principal prueba para ayudarle a usted y a su equipo sanitario a controlar la diabetes. Los niveles elevados de A1C están relacionados con complicaciones de la diabetes, por lo que alcanzar y mantener su objetivo individual de A1C es realmente importante si padece diabetes.

Cuando el azúcar entra en el torrente sanguíneo, se adhiere a la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos. Todo el mundo tiene algo de azúcar unido a la hemoglobina, pero las personas con niveles más altos de azúcar en sangre tienen más. La prueba A1C mide el porcentaje de glóbulos rojos que tienen hemoglobina recubierta de azúcar.

La prueba se realiza en la consulta del médico o en un laboratorio utilizando una muestra de sangre de un pinchazo en el dedo o del brazo. No necesita hacer nada especial para prepararse para la prueba A1C. Sin embargo, pregunte a su médico si le van a hacer otras pruebas al mismo tiempo y si necesita prepararse para ellas.

  Diagnóstico diferencial diabetes

Hba1c rango normal

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estiman que 18,8 millones de personas mayores de 20 años en EE.UU. han sido diagnosticadas de diabetes y que otros 7 millones tienen diabetes pero siguen sin estar diagnosticadas.1 El número de personas con diabetes en EE.UU. ha aumentado recientemente en 3 millones en un periodo de 2 años. La diabetes no diagnosticada es especialmente preocupante, porque se ha demostrado que un control cuidadoso de la diabetes, en términos de alimentación sana, actividad física y medicación adecuada, reduce el riesgo de acontecimientos adversos, como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, enfermedad renal terminal, ceguera, úlceras en los pies y amputación.2

Hasta hace poco, el diagnóstico de la diabetes mellitus se determinaba únicamente por la concentración de glucosa a partir de los resultados de dos pruebas: dos pruebas de glucosa plasmática en ayunas (FPG), dos pruebas orales de tolerancia a la glucosa (OGTT), o una de cada realizadas en días distintos y próximos en el tiempo. En 1993, el Diabetes Control and Complications Trial estableció la importancia de la HbA1c como indicador del riesgo de complicaciones microvasculares de la diabetes, como ceguera, enfermedad renal y daño nervioso; sin embargo, no fue hasta 2009 cuando el Comité Internacional de Expertos recomendó el uso de la HbA1c para el diagnóstico de la diabetes.3

Prueba A1c

La glucosa es un tipo de azúcar en la sangre que procede de los alimentos que ingiere. Las células utilizan la glucosa como fuente de energía. Una hormona llamada insulina ayuda a que la glucosa entre en las células. Si tienes diabetes, tu cuerpo no produce suficiente insulina o tus células no la utilizan bien. Como resultado, la glucosa no puede entrar en las células, por lo que aumentan los niveles de azúcar en sangre.

  Diagnóstico diferencial diabetes

La glucosa de la sangre se adhiere a la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos. A medida que aumentan los niveles de glucosa en sangre, la hemoglobina se recubre más de glucosa. La prueba A1C mide el porcentaje de glóbulos rojos que tienen hemoglobina recubierta de glucosa.

Los niveles elevados de A1C son un signo de glucemia elevada debida a la diabetes. La diabetes puede causar graves problemas de salud, como cardiopatías, enfermedades renales y lesiones nerviosas. Pero con tratamiento y cambios en el estilo de vida, se pueden controlar los niveles de glucosa en sangre.

Un profesional sanitario le tomará una muestra de sangre de una vena del brazo, utilizando una pequeña aguja. Una vez insertada la aguja, se recogerá una pequeña cantidad de sangre en un tubo de ensayo o vial. Es posible que sienta un pequeño pinchazo cuando la aguja entre o salga. El procedimiento suele durar menos de cinco minutos.

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