Poliuria en diabetes tipo 2

Diabetes insípida nocturna

La poliuria (/ˌpɒliˈjʊəriə/) es una producción o eliminación excesiva o anormalmente grande de orina (más de 2,5 L[1] o 3 L[6] en 24 horas en adultos). El aumento de la producción y la eliminación de orina también puede denominarse diuresis[7][8] La poliuria suele aparecer junto con la polidipsia (aumento de la sed), aunque es posible tener una sin la otra, y esta última puede ser una causa o un efecto. La polidipsia primaria puede dar lugar a poliuria[9]. La poliuria suele considerarse un síntoma o signo de otro trastorno (no una enfermedad en sí misma), pero puede clasificarse como trastorno, al menos cuando sus causas subyacentes no están claras[cita requerida].

En los casos osmóticos, la poliuria aumenta la cantidad de flujo en la nefrona distal, donde las tasas de flujo y la velocidad son bajas. El aumento significativo de la presión que se produce en la nefrona distal tiene lugar especialmente en los conductos colectores corticales. Un estudio de 2008 establece la hipótesis de que la poliuria hiperglucémica y osmótica desempeñan funciones en última instancia en la nefropatía diabética[39].

Diabetes de tipo 2, polidipsia

Las personas pueden ser susceptibles de desarrollar diabetes en función de sus antecedentes familiares, edad, etnia y estado general de salud. Por ello, los médicos recomiendan controlar los niveles de glucosa en sangre para diagnosticar la diabetes en fases tempranas y prevenir las complicaciones asociadas a este trastorno. Aunque no se conoce del todo la correlación entre la genética y los factores ambientales con la susceptibilidad a ciertas complicaciones de la diabetes, mantener un buen control glucémico sigue siendo un factor atenuante crucial para reducir las tasas de complicaciones microvasculares, eventos cardiovasculares y mortalidad general.

  Bajar diabetes tipo 2

Riesgos de desarrollar diabetes de tipo 1: La reciente exploración de regiones genómicas humanas asociadas a la diabetes de tipo 1 ha identificado genes candidatos, productos génicos y loci genéticos que influyen en la susceptibilidad a la diabetes de tipo 1. La exposición a algunas infecciones víricas (por ejemplo, paperas), traumatismos (por ejemplo, accidentes de tráfico) y factores ambientales (por ejemplo, clima y ubicación geográfica) podrían desencadenar la aparición de diabetes de tipo 1. Aunque el sexo no parece ser un determinante significativo de la diabetes tipo 1, ya que las tasas de incidencia suelen ser similares en hombres y mujeres, el riesgo de diabetes tipo 1 aumenta con la edad durante la infancia y la adolescencia (Dorman, 1997).

Fisiopatología de la diabetes nocturna

La Dra. Danielle Weiss es la fundadora del Centro para la Salud Hormonal y el Bienestar, una consulta médica personalizada, proactiva y centrada en el paciente con un enfoque único en la endocrinología integrativa. Le gusta dar conferencias y escribir artículos tanto para el público lego como para el público médico.

La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por un alto nivel de azúcar en sangre. Se produce cuando el organismo ve obstaculizada su capacidad para transformar la glucosa de los alimentos en energía. La insulina, una hormona producida por el páncreas, ayuda a controlar los niveles de azúcar en el torrente sanguíneo facilitando su llegada a las células, donde se utiliza como energía. Cuando el páncreas no produce suficiente insulina, o no la produce en absoluto, o si el organismo se vuelve resistente a la insulina, el azúcar de la sangre no puede entrar en las células y permanece en la sangre, lo que provoca un nivel elevado de glucosa en sangre.

  La diabetes tipo 2 es insulinodependiente

Existen dos tipos de diabetes: la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2. La diabetes de tipo 1 se produce cuando una persona no produce suficiente insulina, mientras que la de tipo 2 ocurre cuando una persona no responde a la insulina o es resistente a ella. Aproximadamente 34,2 millones de adultos estadounidenses padecen al menos uno de estos dos tipos de diabetes, lo que equivale a una de cada 10 personas.

Fisiopatología de la poliuria en la diabetes de tipo 2

Los problemas sexuales y los problemas de vejiga son comunes a medida que las personas envejecen, pero la diabetes puede empeorar estos problemas. Usted o su pareja pueden tener problemas para mantener o disfrutar de las relaciones sexuales. O puede tener pérdidas de orina o problemas para vaciar la vejiga con normalidad.

Los vasos sanguíneos y los nervios pueden resultar dañados por los efectos de la glucosa alta en sangre, también llamada azúcar en sangre. Este daño puede provocar problemas sexuales y de vejiga. Mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de los límites deseados es una forma importante de prevenir daños en los vasos sanguíneos y los nervios.

  Sintomas diabetes tipo 1

Colabore con su equipo sanitario para prevenir o tratar los problemas sexuales y de vejiga. Estos problemas pueden ser signos de que necesita controlar su diabetes de otra manera. Recuerde que una vida sexual y una vejiga sanas pueden mejorar su calidad de vida, así que actúe ahora si tiene dudas.

Sí. Los cambios en la función sexual o en los hábitos de la vejiga pueden ser un signo de que padece diabetes. Las lesiones nerviosas causadas por la diabetes, también denominadas neuropatía diabética, pueden dañar partes del cuerpo como los genitales o el tracto urinario. Por ejemplo, los hombres con diabetes pueden desarrollar disfunción eréctil (DE) entre 10 y 15 años antes que los hombres sin diabetes.1

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