Tener diabetes engorda

Adelgazar diabetes tipo 1

Mantener un peso saludable es importante para todos. Pero para las personas con diabetes es aún más importante. En este artículo, analizaremos la pérdida de peso en los diabéticos y en qué se diferencia de las personas con esta enfermedad tan común.

Perder peso puede suponer una gran diferencia para las personas con diabetes, ya que puede reducir los niveles de glucosa en sangre, lo que puede disminuir los efectos de la diabetes y hacer que la enfermedad sea más llevadera. Pero también conlleva complicaciones y riesgos añadidos. Por ejemplo, hacer grandes cambios en la dieta puede causar graves problemas. Uno de ellos es la hipoglucemia, cuando el nivel de azúcar en sangre baja tanto que se corre el riesgo de entrar en coma diabético. Si tienes diabetes, debes tener especial cuidado con tu plan de adelgazamiento.

La insulina es la hormona que regula los niveles de azúcar (glucosa) en sangre y ayuda a las células a convertir el azúcar en energía. Sin embargo, en algunas personas con diabetes, los niveles de azúcar en sangre son elevados durante un periodo de tiempo prolongado, lo que hace que el páncreas produzca cada vez más insulina. Con el tiempo, las células dejan de responder a esa insulina y se vuelven resistentes a ella. Perder peso con resistencia a la insulina es más difícil porque el organismo convierte el azúcar en sangre en grasa en lugar de energía.

¿La diabetes hace ganar peso?

Parte del azúcar puede almacenarse en los músculos y el hígado; sin embargo, la mayoría de los azúcares se almacenan en forma de grasa cuando no tienen a dónde ir. Por ello, las personas con diabetes tienen más probabilidades de sufrir sobrepeso u obesidad que las que no padecen la enfermedad. Aunque el aumento de peso es uno de los efectos secundarios más comunes de la diabetes, no es inevitable.

  Consecuencias de tener diabetes

¿Es difícil tener diabetes?

Controlar la diabetes puede ser difícil. A veces puede sentirse abrumado. Tener diabetes significa que tienes que medirte a menudo la concentración de azúcar en sangre, elegir alimentos sanos, hacer ejercicio físico, acordarte de tomar la medicación y tomar otras buenas decisiones sobre tu salud varias veces al día.

¿Pueden adelgazar los diabéticos?

Perder peso puede suponer una gran diferencia para las personas con diabetes: puede reducir los niveles de glucosa en sangre, lo que puede disminuir los efectos de la diabetes y hacer que la enfermedad sea más manejable. Pero también existen complicaciones y riesgos añadidos. Por ejemplo, hacer grandes cambios en la dieta puede causar graves problemas.

Pérdida de peso para diabéticos

Noviembre es el Mes Nacional de la Diabetes, y el momento es perfecto ya que la temporada de fiestas significa mucha comida y celebraciones. Las fiestas son ajetreadas y muchos de nosotros nos salimos de rutinas saludables como hacer ejercicio, llevar una dieta equilibrada, etc.

Por desgracia, la diabetes de tipo 2 no se libra de las fiestas, por lo que a continuación le presentamos cuatro tipos de alimentos que debe evitar o moderar su ingesta en estas fiestas y durante todo el año. Estos cuatro tipos de alimentos aumentan el riesgo de padecer diabetes de tipo 2:

Los alimentos elaborados con harina blanca, azúcar blanco y arroz blanco son bajos en salvado, fibra, vitaminas y minerales; algunos ejemplos son los panes, las magdalenas, los pasteles, las galletas saladas y la pasta. Según un estudio de 2007 publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA), una dieta rica en carbohidratos muy procesados aumentaba el riesgo de diabetes tipo 2 en un 21% en comparación con quienes seguían una dieta rica en alimentos integrales.

  Como evitar tener diabetes

Los refrescos, el té dulce, las bebidas de frutas y la limonada pueden provocar un aumento de peso e incrementar el riesgo de padecer diabetes de tipo 2. Tomar sólo dos bebidas azucaradas al día puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 hasta en un 26%, según un estudio de 2010 de la Asociación Americana de Diabetes. El agua es el mejor sustituto y tiene muchos beneficios para la salud.

¿Tengo diabetes?

Cuando hablamos de grasas, es importante entender a qué nos referimos cuando mencionamos el colesterol. Existen dos tipos: el que se encuentra en nuestra sangre, conocido como colesterol sanguíneo, y el que ingerimos, conocido como colesterol alimentario.

El colesterol sanguíneo desempeña un papel importante en el organismo y es el punto de partida en la fabricación de hormonas, estructuras celulares, vitamina D y mucho más. El organismo produce colesterol más que suficiente para estos usos, pero también puede absorber pequeñas cantidades de los alimentos que ingiere.

Cuando el nivel de colesterol total en sangre es demasiado alto, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas. Sin embargo, contrariamente a la creencia popular, el colesterol alimentario influye menos en esta cifra de lo que se creía. Para la mayoría de las personas, las grasas saturadas y las grasas trans desempeñan un papel mucho más importante en el aumento del colesterol en sangre, lo que se traduce en un mayor riesgo de cardiopatías. Dado que los alimentos que suelen tener un alto contenido de colesterol en la dieta también tienen un alto contenido de grasas saturadas, lo más fácil es centrarse en limitar las grasas saturadas.

  Consecuencias de tener diabetes

Diabetes Dieta mediterránea

Hasta hace poco, los niños pequeños y los adolescentes casi nunca padecían diabetes de tipo 2, por lo que solía denominarse diabetes de inicio en la edad adulta. Ahora, aproximadamente un tercio de los jóvenes estadounidenses tienen sobrepeso, un problema estrechamente relacionado con el aumento de niños con diabetes de tipo 2, algunos de tan sólo 10 años.

La insulina es una hormona fabricada por el páncreas que actúa como una llave para que el azúcar de la sangre entre en las células y se utilice como energía. Debido a factores hereditarios (rasgos heredados de familiares) o al estilo de vida (comer demasiado y moverse poco), las células pueden dejar de responder normalmente a la insulina. Esto hace que el páncreas produzca más insulina para intentar que las células respondan y absorban el azúcar de la sangre.

Mientras se produce suficiente insulina, los niveles de azúcar en sangre se mantienen normales. Esto puede durar varios años, pero al final el páncreas no da abasto. El azúcar en sangre empieza a subir, primero después de las comidas y luego todo el tiempo. Ahora ya está preparado el escenario para la diabetes de tipo 2.

La resistencia a la insulina no suele presentar síntomas, aunque algunos niños desarrollan manchas de piel engrosada, oscura y aterciopelada, denominadas acantosis nigricans, normalmente en pliegues corporales como la nuca o las axilas. También pueden padecer otras afecciones relacionadas con la resistencia a la insulina:

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