Sintomas de diabetes en adultos mayores

Diabetes después de los 60 años

La tensión arterial alta (hipertensión) es muy frecuente en las personas con diabetes. Las personas mayores con hipertensión corren un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio. La hipertensión también puede afectar a la vista, los riñones y la circulación.

Hable con su médico si tiene síntomas de depresión. Hay muchos tratamientos para la depresión y su proveedor puede ayudarle a encontrar la mejor opción para usted. Debe acudir a una revisión en las seis semanas siguientes al inicio del tratamiento para asegurarse de que éste funciona y no provoca efectos secundarios no deseados.

Las personas mayores tienen un mayor riesgo de caídas que pueden causar lesiones graves. La diabetes aumenta aún más ese riesgo, ya que puede afectar a la visión, el equilibrio y la sensibilidad de los pies. Las personas mayores con diabetes son más propensas a tomar varios medicamentos, lo que también puede aumentar el riesgo de caídas.

La diabetes puede causar pérdida de control de la vejiga (incontinencia) porque daña los nervios de la vejiga. Esos nervios pueden indicar al cuerpo que la vejiga está llena y que es necesario orinar. Las infecciones de vejiga también son frecuentes en las personas con diabetes, y también pueden causar incontinencia urinaria.

¿Cuáles son los 3 síntomas más comunes de una diabetes no diagnosticada?

Síntomas comunes de la diabetes: Orinar con frecuencia. Tener mucha sed. Sentir mucha hambre, aunque esté comiendo.

¿Cuáles son las causas de la diabetes en las personas mayores?

La prevalencia tanto de la diabetes de tipo 2 como de la prediabetes aumenta con la edad. Los factores más importantes que conducen a la hiperglucemia son los siguientes: el déficit de secreción de insulina que se desarrolla con la edad y la creciente resistencia a la insulina causada por un cambio en la composición corporal y la sarcopenia.

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Prediabetes en adultos mayores

La Escala de Fragilidad Clínica, desarrollada por Rockwood et al, ha demostrado su validez como escala de 9 puntos, de 1 (muy en forma) a 9 (enfermo terminal), que puede ayudar a determinar qué personas mayores son frágiles (49) (Figura 1). En las personas con múltiples comorbilidades, un alto nivel de dependencia funcional y una esperanza de vida limitada (es decir, las personas frágiles), el análisis de decisiones sugiere que es probable que el beneficio del control glucémico intensivo sea mínimo (50). Desde una perspectiva clínica, la decisión de ofrecer un control glucémico más o menos estricto debe basarse en el grado de fragilidad. Las personas con fragilidad moderada o más avanzada (figura 1) tienen una esperanza de vida reducida y no deben someterse a un control glucémico estricto. Cuando se intenta mejorar el control glucémico en estas personas, se producen menos episodios de hiperglucemia significativa, pero también más episodios de hipoglucemia grave (51).

Especialmente relevante para el adulto mayor es el hecho de que la monitorización de la glucosa es la única forma de confirmar, y tratar adecuadamente, la hipoglucemia. Por lo tanto, para las personas mayores tratadas con sulfonilureas, meglitinidas y/o insulina, la capacidad de obtener un SMBG en el momento en que aparecen síntomas compatibles con hipoglucemia es esencial. Por otro lado, la monitorización se realiza a menudo cuando no es necesaria. La monitorización regular no suele ser necesaria en sujetos bien controlados con agentes antihiperglucémicos que raramente causan hipoglucemia (ver capítulo Monitorización del Control Glucémico, p. S47).

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Por qué la diabetes es más frecuente en las personas mayores

A partir del 16 de febrero, tendremos actualizaciones planificadas del sistema que pueden causar tiempos de espera más largos si usted está programando una cita por teléfono. También puede haber retrasos al llegar a las citas programadas o al ingreso, así como al interactuar con los servicios financieros para pacientes.

Prueba A1C: Análisis de sangre que se utiliza para diagnosticar y controlar la diabetes. Mediante la medición de la cantidad de glucosa (también llamada azúcar en sangre) unida a la proteína transportadora de oxígeno de los glóbulos rojos, esta prueba le proporciona a usted y a su proveedor de atención sanitaria una imagen de sus niveles medios de glucosa en sangre a lo largo de tres meses. Un resultado normal es inferior al 5,7%. Si tiene diabetes de tipo 2, debe hacerse esta prueba dos veces al año para comprobar si su glucemia está bajo control.

Glucosa en sangre: También denominada azúcar en sangre, es la principal fuente de energía para las células de su cuerpo. Los niveles de glucosa en sangre aumentan después de las comidas y descienden cuanto más tiempo ha pasado sin comer. El nivel de glucosa en sangre es una medida de la cantidad de glucosa que hay en el torrente sanguíneo. Un nivel normal de glucosa en sangre en ayunas oscila entre 70 y 100 mg/dl (miligramos por decilitro de sangre).

Consecuencias de la diabetes en los adultos mayores

ResumenLa diabetes tipo 2 es una alteración del modo en que el organismo regula y utiliza el azúcar (glucosa) como combustible. Esta afección a largo plazo (crónica) hace que circule demasiada azúcar por el torrente sanguíneo. A la larga, los niveles elevados de azúcar en sangre pueden provocar trastornos en los sistemas circulatorio, nervioso e inmunitario.

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En la diabetes de tipo 2 intervienen principalmente dos problemas interrelacionados. El páncreas no produce suficiente insulina -una hormona que regula la entrada de azúcar en las células- y las células responden mal a la insulina y absorben menos azúcar.

La diabetes de tipo 2 solía conocerse como diabetes del adulto, pero tanto la de tipo 1 como la de tipo 2 pueden comenzar durante la infancia y la edad adulta. La de tipo 2 es más común en adultos mayores, pero el aumento del número de niños con obesidad ha provocado más casos de diabetes de tipo 2 en personas más jóvenes.

La diabetes de tipo 2 no tiene cura, pero perder peso, comer bien y hacer ejercicio pueden ayudar a controlar la enfermedad. Si la dieta y el ejercicio no son suficientes para controlar la glucemia, es posible que también necesite medicamentos para la diabetes o tratamiento con insulina.Productos y ServiciosMostrar más productos de Mayo Clinic

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