La diabetes y la salud oral

¿Afecta la metformina a los dientes?

La diabetes afecta a muchas partes del cuerpo, incluida la boca. Las personas diabéticas son más propensas a padecer enfermedades de las encías, caries y otros problemas en los dientes y las encías.1 Algunos de estos problemas bucales pueden empeorar la diabetes.

Un buen cuidado de los dientes y las encías, que incluya limpiezas periódicas y los tratamientos necesarios, le ayudará a prevenir estos problemas o a evitar que empeoren. Mantener la boca sana también le facilitará el control de la diabetes y evitará problemas de salud relacionados con la diabetes, como las cardiopatías y las enfermedades renales.1

La diabetes puede afectar a la boca al modificar la saliva, el líquido que mantiene la boca húmeda. La saliva ayuda a prevenir las caries al eliminar los restos de comida, evitar el crecimiento de bacterias y combatir los ácidos producidos por éstas. La saliva también contiene minerales que ayudan a proteger los tejidos de la boca y a combatir las caries.

La diabetes y algunos medicamentos utilizados para tratarla pueden hacer que las glándulas salivales de la boca produzcan menos saliva. Cuando fluye menos saliva, aumenta el riesgo de caries, enfermedades de las encías y otros problemas bucales.

¿Puede una mala salud bucodental provocar diabetes?

Las personas con diabetes tienen más probabilidades de padecer enfermedad periodontal (de las encías), una infección de la encía y el hueso que sujeta los dientes. La enfermedad periodontal puede provocar dolor, mal aliento persistente, dificultades para masticar e incluso la pérdida de dientes. La diabetes también puede ralentizar la cicatrización, por lo que puede interferir en el tratamiento de la enfermedad periodontal.

Otros problemas que puede causar la diabetes son la sequedad de boca y una infección fúngica llamada candidiasis bucal, que provoca dolorosas manchas blancas en la boca. La sequedad bucal se produce cuando no hay suficiente saliva, el líquido que mantiene la boca húmeda. La sequedad bucal puede causar dolor, úlceras, infecciones y caries. Fumar empeora aún más estos problemas. Además, la diabetes también puede hacer que aumente el nivel de azúcar (glucosa) en la saliva. Juntos, estos problemas pueden provocar aftas.

Si padeces diabetes, asegúrate de revisar tu boca con regularidad para detectar cualquier problema. A veces, las personas notan que sus encías se hinchan y sangran cuando se cepillan los dientes y utilizan el hilo dental. Otras notan sequedad, dolor, manchas blancas o mal sabor de boca. Todas estas son razones para visitar al dentista.

Atención dental gratuita para diabéticos

Aproximadamente el 80% de las personas mayores de 30 años padecen algún tipo de enfermedad de las encías (gingivitis en su forma leve y periodontitis en su forma grave). Esto corresponde a 750 millones de personas en todo el mundo que sufren problemas de encías. La situación es similar si examinamos las cifras de la diabetes: 415 millones de personas en todo el mundo padecen esta enfermedad y se calcula que 212 millones de personas viven con diabetes sin diagnosticar.

Hoy en día, la salud bucodental se reconoce como un componente clave de la salud general, y seguiremos apoyando actividades educativas e investigaciones que exploren las conexiones entre la salud bucodental y la salud general. Consulte a continuación los últimos proyectos que hemos promovido a lo largo de los años:

Los primeros resultados de un nuevo e importante proyecto de investigación, el estudio DiabetRisk, muestran el papel clave que podrían desempeñar las consultas dentales en la detección precoz de la diabetes en miles de pacientes dentales cada año, y en todos los países del mundo según sus investigadores.

Diabetes y dolor de muelas

La diabetes es un grupo de enfermedades inflamatorias crónicas que afectan a la capacidad del organismo para procesar el azúcar. Si padece diabetes, es especialmente importante mantener una excelente salud bucodental. Esto se debe a que los diabéticos son más propensos a infecciones bucales como la enfermedad periodontal (de las encías), que puede provocar la pérdida de dientes si no se trata. A la inversa, la presencia de una enfermedad de las encías puede dificultar a los diabéticos el control de sus niveles de azúcar en sangre.

La enfermedad periodontal es una dolencia crónica que también se asocia a un elevado nivel de inflamación sistémica (en todo el cuerpo). Al igual que la diabetes, puede tener consecuencias de gran alcance fuera de la boca: posiblemente aumente la probabilidad de que una persona sufra eventos cardiovasculares graves (como infarto de miocardio o ictus) o resultados adversos en el embarazo (bajo peso al nacer y parto prematuro). Por eso no es de extrañar que cada vez haya más pruebas de que ambas enfermedades están relacionadas.

Desde hace tiempo se sabe que la diabetes es un factor de riesgo que puede aumentar la gravedad de la enfermedad periodontal. Esto se debe a que la diabetes reduce la resistencia del organismo a las infecciones, por lo que los diabéticos son más susceptibles a las infecciones bacterianas y fúngicas. Asimismo, está demostrado que padecer una enfermedad grave de las encías (periodontitis) puede empeorar el control de la glucemia en los diabéticos y aumentar el riesgo de complicaciones diabéticas. Entonces, ¿cuál es la relación?