Diabetes en gatos

Síntomas de la diabetes en gatos senior

La diabetes en los gatos es una enfermedad a largo plazo, pero no tiene por qué afectar a su calidad de vida. Descubra qué hacer si sospecha que su gato tiene diabetes y cómo controlarla con nuestra guía.

Por lo general, la diabetes en los gatos no es motivo de preocupación: esta enfermedad a largo plazo puede controlarse con tratamiento y no tiene por qué afectar en gran medida a la calidad de vida de su mascota. De hecho, con un poco más de cariño, su gato volverá a estar sobre sus cuatro patas antes de que se dé cuenta. Seguramente seguirá haciendo travesuras, llamando la atención de las visitas y escapando de los problemas como antes.

Existen distintos tipos de diabetes en los gatos, al igual que en los seres humanos. Si su gato tiene un tipo de diabetes, su veterinario le informará de cuál es y cómo funciona. La forma de tipo uno, que es la más común en perros, es en realidad muy rara en gatos, y el tipo de diabetes más común en gatos se llama "Diabetes de tipo II", también conocida como "Diabetes Mellitus" (DM).

La diabetes mellitus es una enfermedad en la que el gato tiene dificultades para utilizar el azúcar como fuente de energía. Cambia la forma en que sus músculos utilizan la energía y, si no se trata, puede provocar cambios de peso y más enfermedades.

¿Cuánto tiempo viven los gatos con diabetes?

Los gatos que reciben un tratamiento eficaz para la diabetes pueden vivir durante periodos muy prolongados tras el diagnóstico. La duración media de la vida tras el diagnóstico varía en función del estudio que se examine; sin embargo, algunos estudios indican una duración media de hasta tres años.

  Diabetes en gato

¿Qué le ocurre a un gato diabético no tratado?

Si no se trata, esta enfermedad debilita cada vez más las patas de los gatos y, con el tiempo, provoca desnutrición, cetoacidosis y la muerte. El diagnóstico precoz y el tratamiento por un veterinario cualificado no sólo pueden ayudar a prevenir el daño nervioso, sino que en algunos casos incluso conducen a la remisión, de modo que el gato ya no necesita insulina inyectada.

Esperanza de vida de los gatos diabéticos

La diabetes es un problema que puede afectar tanto a perros como a gatos. Es una enfermedad en la que hay un nivel de glucosa (azúcar) en la sangre y la orina superior al normal. Este artículo explicará cómo se puede identificar la enfermedad y qué se puede hacer para controlarla.

2. Pérdida de peso y falta de energíaLa glucosa es una importante fuente de energía que el organismo pierde. Los perros y gatos afectados tienden a perder peso y a sentirse más cansados, aunque a menudo tienen más hambre y comen más.

3. ColapsoSi la diabetes no se trata, el organismo empezará a utilizar grasa como fuente de energía en lugar de glucosa. Este proceso produce unos compuestos llamados cetonas, que son venenosos. El animal puede llegar a estar muy enfermo y deshidratado y necesitar cuidados veterinarios intensivos.

Análisis de orinaSe trata de una prueba rápida y sencilla para ver si hay glucosa en la orina. Si sospecha que su mascota puede ser diabética, traiga una muestra de orina fresca a la consulta para que la comprueben. Utilice un frasco limpio o un bote para muestras que puede obtener en la consulta.

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Inyecciones de insulina: la insulina ayuda a reducir la cantidad de glucosa circulante en el torrente sanguíneo y es el principal factor de control de la diabetes. Las inyecciones pueden administrarse una o dos veces al día, dependiendo de las necesidades individuales de su mascota. Se administran bajo la piel, normalmente en la nuca, y suelen ser muy bien toleradas por la mayoría de los pacientes. Los veterinarios y las enfermeras le enseñarán a poner las inyecciones para que el tratamiento pueda mantenerse en casa.

Tratamiento de la diabetes en gatos

El objetivo del tratamiento de la diabetes es mantener reguladas las concentraciones de glucosa, evitando picos y bajadas. Un control adecuado puede reducir o eliminar los signos de diabetes, como la sed y la micción excesivas.

Tras el diagnóstico, su veterinario utilizará el peso de su gato para determinar la dosis de insulina necesaria. Su veterinario también recomendará un cambio en la dieta de su gato, ya que es una parte integral del éxito del tratamiento de la diabetes en gatos.

Al inicio del tratamiento, es importante vigilar de cerca los signos clínicos de su gato (ingesta de agua y comida, actividad, frecuencia de micción, etc.), el nivel de glucosa en sangre y los niveles de glucosa en orina para asegurarse de que la dosis es correcta. Basándose en esta monitorización, su veterinario puede ajustar la dosis según sea necesario a lo largo de varias semanas o meses para ayudar mejor a su gato.

Algunos gatos con diabetes ya no necesitan insulina tras unas semanas o meses de tratamiento, una situación conocida como remisión clínica. Esto no significa que la diabetes de su gato se haya curado, sólo que está estable. Debe seguir cuidando la dieta y el estilo de vida de su gato. Más adelante puede ser necesario un tratamiento con insulina, por lo que es importante seguir con las revisiones periódicas.

  Diabetes en gato

Tratamiento de la diabetes en gatos sin insulina

Los síntomas de los gatos con diabetes pueden ser difíciles de detectar. Puede que note que su gato bebe más agua de lo habitual o que no juega tanto como de costumbre. También puede tener más apetito y mostrar signos de pérdida de peso progresiva. Si nota estos síntomas en su gato, es importante que su veterinario lo examine de inmediato. Echemos un vistazo a los 7 síntomas clave de los gatos con diabetes para ayudarle a saber qué podría estar ocurriendo si observa algunos de estos signos en su peludo amigo.

Uno de los síntomas más comunes de la diabetes en los gatos es el aumento de la micción. Esto puede manifestarse como que su gato llena la caja de arena más a menudo u orina fuera de ella. Los gatos con diabetes tienen niveles elevados de glucosa en sangre y esto provoca la incapacidad de los riñones para reabsorber agua al filtrar. El resultado es más agua en la orina, dilución de la orina y aumento de la producción de orina. Como consecuencia del aumento de la producción de orina, los gatos pueden empezar a orinar fuera de la caja de arena.

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